¿Son todos los tipos de aceites de oliva igual de beneficiosos para la salud?

La comunidad científica es unánime a la hora de reconocer una larga lista de beneficios nutricionales y atributos saludables en la peculiar composición química del aceite de oliva.

Hoy sabemos que dichas cualidades son consecuencia de la combinación y sinergias de determinados componentes mayores -entre los que se encuentra el ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado con propiedades saludables ampliamente aceptadas- y otros componentes minoritarios, como los compuestos fenólicos, los pigmentos, los hidrocarburos y los esteroles, entre otros tantos. Todos ellos están presentes de manera natural en los frutos de los que se extraen los aceites de oliva, es decir, en las aceitunas.

A lo largo de los últimos años, los científicos no solo han conseguido evidenciar los efectos saludables de estos componentes, sino que también han probado su estrecha relación con las características organolépticas de los aceites de oliva.

En este sentido, es indudable que el aceite de oliva que ofrece un mejor perfil organoléptico y una mayor presencia de componentes bioactivos es aquel que se comercializa bajo la categoría de “virgen extra”. Por tanto, ese mismo tipo de aceite de oliva es también el que más beneficios nutricionales y atributos saludables proporciona.

No sucede así con los que se etiquetan como “aceite de oliva”, que resultan de la mezcla de aceites de oliva refinados con aceites de oliva vírgenes. En este caso, el porcentaje utilizado de estos últimos es variable, aunque siempre pequeño, ya que su función no es otra que la de aportar algo de sabor, color y olor al aceite resultante. Por su parte, durante el proceso de refinado, si bien es cierto que la fracción lipídica del aceite de oliva no se altera significativamente y que, por tanto, los beneficios del ácido oleico siguen estando presentes, la inmensa mayoría de componentes minoritarios desaparecen y, con ellos, sus potenciales efectos saludables.

Con todo ello, podemos concluir que el virgen extra es, entre todos los aceites de oliva, el más beneficioso para la salud. Eso sí, siempre que se consuma en crudo.

Fuente: www.olivarama.com

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