Su nombre proviene de la característica forma de cuerno de su fruto. El olivo de cornicabra es un árbol de la familia de las oleáceas, es muy resistente a las heladas, sequias y fríos invernales lo que indica que siendo árbol mediterráneo se ha adaptado perfectamente al clima continental. Se adapta fácilmente a los suelos pobres.
Presenta un vigor medio, porte erguido, densidad de copa espesa, con pocos brotes y entrenudos cortos y con un color gris claro de tonos ocres en la madera joven. Las ramas son de longitud media con frecuencia dicotómicamente ramificados y con escasa formación de brindillas y chupones. Las hojas son de forma larga, lanceolada y simétrica con un haz de color verde claro y envés gris verdoso. La madera joven muestra un color gris claro de tonos ocres.
Su época de floración es tardía y, aunque suele tener demasiado aborto ovárico, asegura un cuajado suficiente en autopolinización.
Su cultivo se realiza, fundamentalmente, en las provincias de Toledo y Ciudad Real. En la estribaciones de los Montes de Toledo.
Es la segunda variedad española en cuanto a superficie cultivada y la tercera en producción.